Uno se puede llegar a sorprender del gran poder que tiene la palabra, mucho más cuando es estampada en un libro y puede ser leída y analizada por sus lectores, donde cada mente interpreta a su juicio y se apega o no a los conceptos que el escritor utiliza para sensibilizarlos, captar su atención y muchas veces venderles ilusiones más allá de lo humano y terrenal.
Ese tipo de escritores que solamente desean atrapar almas en conflicto (ya sean dichos conflictos de mayor o menor complejidad), ese tipo de escritores son a mi juicio un fraude, una basura que sabe bien como jugar con la necesidad de la gente y lo aprovecha para, tan sólo, el objetivo de hacer dinero.
Quizás un poco de inyección de ánimo con palabras llenas de contenido "mágico" pueden estar bien, dentro de un marco de cierta lógica y experiencias basadas en lo natural y en lo probable . Pero la fantasía pura, la mera invención de que de una u otra forma pueden pasar cosas milagrosas (que son de absurda comprobación y sumamente difíciles de cumplir, salvo por mera casualidad), no dejan de ser más que un engaño para mentes débiles o poco preparadas que suelen caer fácilmente en las imbecilidades que le sugiere esa literatura "barata" propia de espíritus malignos o enfermos.
Se ve claramente que "famosos escritores" (de los que no se discute su habilidad para las letras) han realizado su fortuna gracias a este tipo de literatura, pero lo peor es que teniendo conciencia de que la inclinación de la gente hacia soluciones fantásticas es una debilidad de muchos, se aprovechan de esta circunstancia y persisten -maliciosamente- en captar la mayor cantidad de adeptos y así ver acrecentadas sus riquezas personales, y porqué no su vanidad.
He visto que algunos también venden objetos relacionados con temas propios de sus libros y que pueden ser, a título de ejemplo, dijes a los que implícitamente se le atribuirían poderes misteriosos.
Sinceramente es de lamentar que exista gente que quede atrapada en este tipo de estupideces. Además lo lamento por mi, ya que estimaba que para estos tiempos la humanidad en general (sin necesidad de perder una pequeña porción de estupefacción o deslumbramiento) debería tener una mente más abierta hacia lo científico y lo verdaderamente comprobable; y caigo entonces en la confusión de no poder creer que ésto suceda.
Jorge Horacio Richino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario