MI HOMENAJE A CLARIN (Jorge Horacio Richino):
Cómo no recordar todo lo que me brindó a través de mi historia este prestigioso medio (tan injustamente perseguido y criticado en los últimos años) si fue gracias a él que conseguí mis primeros trabajos; con el también compré y vendí los automóviles que tuve a lo largo de mi vida; compré y vendí propiedades, me informé de las cosas que sucedieron en el país y en el mundo; elegí los espectáculos a los que quise asistir, ya sea cine, teatro, ferias, exposiciones; fue el compañero inseparable en las mesas de los cafés y confiterías; el que también me permitió vender y comprar objetos de cualquier tipo, el que prolijamente redactado y sin errores me ayudó a mejorar mi escritura; me aportó cultura a través de su sección específica, me dio toda la información sobre deportes en general y fundamentalmente sobre mi equipo de fútbol favorito; sobre los campeonatos mundiales de ajedrez desarrollando las partidas permitiendo reproducirlas y aprender; fue tanto lo que me dio que no puedo más que brindarle este sencillo homenaje.
Claro distinto ha de haber sido para otra gente que vivió en otros confines del país y no tiene ni tuvo nunca idea de los valores que yo aquí planteo, porque -evidentemente- no los necesitó. Por eso y por tener un enemigo para fortalecerse, le han hecho todas las maldades habidas y por haber, llegando al punto de atacar a los hijos de una de sus propietarias, en una persecución antojadiza y enfermiza que finalmente la justicia no dio lugar.
Por todo lo dicho, reitero nuevamente mi agradecimiento a este gran medio, deseándole -de aquí en más- que pueda trabajar con absoluta tranquilidad y libertad, como que también le vuelva o aparezca, por parte de aquellos que lo criticaron injustamente, el agradecimiento por el provecho que le sacaron y recapaciten que no se puede ser tan desagradecido al ignorar o despreciar lo que tanto supo darles a través tantísimos años, cuando sus bocas no tuvieron la necesidad de abrirse para divulgar -sin analizarlo previamente- el pensamiento de personas cuya moral y principios dejan mucho que desear.
¡¡¡MUCHAS...PERO MUCHAS GRACIAS "CLARÍN"!!!
Jorge Horacio Richino.
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