Toda mujer que se precie
de serlo íntegramente, deberá
intentar tener marido e hijos;
ya que de lo contrario no tendrá a
quien mangonear.
Y ahora ahondando en esta cáustica
reflexión por la que pido disculpas
al género femenino, me permito
discernir que todos dependemos de
los demás. Sin ellos no somos nada.
No podemos desarrollar nuestra
personalidad ni demostrar nuestra
profunda necesidad de dar. Dar
para poder ser lo que somos.
De lo contrario es como
si no existiésemos.
Jorge Horacio Richino “El Escritor de la Web”
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