Cuando tus ojos vieron la luz en aquel día,
el rey sol se iluminó con majestuoso brillo
y un ángel entonaba un jubiloso estribillo...
¡La niña bella ha nacido... alegría, alegría!
el rey sol se iluminó con majestuoso brillo
y un ángel entonaba un jubiloso estribillo...
¡La niña bella ha nacido... alegría, alegría!
Y en aquel hermoso nacimiento matutino
celebraron tu arribo en estado alborozado
... padres, hermanos, otros parientes y vecinos,
e igual yo, que todavía no estaba a tu lado.
celebraron tu arribo en estado alborozado
... padres, hermanos, otros parientes y vecinos,
e igual yo, que todavía no estaba a tu lado.
Al correr el tiempo y con el sino del destino,
no fue ocasional que se cruzaran nuestras almas
... mas se apartó un día de mi lado tu camino
por dejarme en soledad y perturbar mi calma.
no fue ocasional que se cruzaran nuestras almas
... mas se apartó un día de mi lado tu camino
por dejarme en soledad y perturbar mi calma.
¡Qué seas feliz en tu día de cumpleaños,
es el deseo de quien bien te supo querer!
¡Espero no resulte mi anhelo tan extraño...
y que cada dos de mayo vuelvas a nacer!
es el deseo de quien bien te supo querer!
¡Espero no resulte mi anhelo tan extraño...
y que cada dos de mayo vuelvas a nacer!
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Jorge Horacio Richino.
Copyright.
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Poema simultáneamente publicado en:
y otras páginas y ediciones del autor
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