Jorge Horacio Richino
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Jorge Horacio Richino
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Hoy catorce de febrero
gloria para enamorados...
Día de San Valentín
y algunos lo festejamos.
Debe haber amor presente
para celebrar la fecha,
pues en otras condiciones
pasa por alto esta fiesta.
Prometemos con certeza
que nuestro amor es real,
puro, decente y virtuoso
como agua de manantial.
Porque el amor nunca muere
y es eterno hasta la gloria.
¡Que nadie opine en contrario
ni rompa ninguna historia!
Todo es magia y armonía,
fidelidad y ternura;
los amantes se respetan
hasta el fin de su aventura.
¡Qué viva San Valentín
por unir enamorados!
¿Sabría lo que decía;
pues él no estaba casado?
Jorge Horacio Richino
Llegué sin saberlo.
Hice todo, o casi todo, lo que me indicaron
y ordenaron.
Seguí los pasos de un camino ya marcado,
un poco en la ignorancia de lo que hacía.
Pasó la vida con llantos, alegrías, esfuerzos
y algunos placeres.
¿Quién sabe si ésta ruta es la correcta?
¿Quién sabe si es mejor saber lo que nos enseñaron,
o saber que puede haber otro camino?
¿Quién sabe si es mejor tener capacidades cognitivas?
Al final del camino, me queda la duda de si viví lo que debí haber vivido,
(para lo que seguramente he sido creado y puesto en este Mundo);
o simplemente cumplí con los preceptos ya formulados por otros, anteriormente.
Y, me iré. Me iré sin saber para qué, por qué y cómo;
sabiendo que la despedida es dura y que los dolores nos hacen sufrir,
al punto de amargarnos los años cercanos a la llegada a no se adonde, ni cuando.
JORGE HORACIO RICHINO
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Sin comprender la razón
piensas, sientes y funcionas,
no busques la explicación
que han buscado otras personas.
Antes que tú hubieron muchos
filósofos y profetas,
que se quemaron la mente
cumpliendo el rol de exegetas.
Si a la vida pides rosas
es seguro que las haya,
pero no esquives espinas
no hay forma que ellas se vayan.
No te devanes los sesos
y a esa lucha dile adiós,
deja a un lado los misterios
que, tal vez, sepa algún Dios.
Jorge Horacio Richino
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Todo está escrito en las páginas del tiempo,
y de nada vale tu bondad, cuando no la puedes compartir.
¿Qué has hecho de malo para no recibir misericordia,
para encontrarte sólo, viejo, y enfermo?
¿Es un logro haber llegado hasta aquí?
Nunca se podrá saber, y mucho menos,
cuando el azote del tiempo haya pasado por tu cuerpo
y haya dejado su profunda huella.
Es entonces cuando no puedes correr en busca de la felicidad,
que se ausenta cuando se olvidan de ti.
Y tú ya no puedes salir a su encuentro
y te sientes un anciano deplorable, abatido y sin fuerzas.
Todo está escrito en las páginas del tiempo,
que se acumula en el infinito Universo,
y que detenta una sabiduría falsa y lastimosa;
porque escribe con letras invisibles nuestro destino,
que efímero, se deja arrastrar por el compás de su destructivo transcurrir.
Jorge Horacio Richino
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¿Que extraños demonios
habitaban tu mente, chiquilla?
¡No fue tu culpa!
No sabías al nacer, cuál sería
tu desafortunado destino.
Cruel ha sido la vida contigo,
mas a pesar que erraste el camino
se dejaba ver en tu imagen un ser de luz.
Cuánta desgracia pasó sobre ti
en tan pocos años de vida.
Los árboles crecen hacia el cielo
y tu elegiste uno de ellos
y remontaste vuelo.
Era otoño en Camarillo
cuando borraste definitivamente
esos escarnios vividos,
que atormentaban tu tan joven
y tan desamparada existencia.
Jorge Horacio Richino
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¡Oh, Noche!... que te pintas en el cielo
trayéndome la paz y dulce calma,
eres belleza al descubrir tu velo
y plácido refugio para el alma.
En tu pañuelo se pintan estrellas
que luminosas pululan errantes,
y encendidas como farolas bellas
brindan concierto de luces galantes.
Cuánto misterio que encierra tu manto
allá a lo lejos detrás de tu plano;
premio infinito de orden sacrosanto
cual dulce ensueño profundo y arcano.
Siempre el misterio para el hombre existe;
mas se vislumbra el traje que lo viste.
Jorge Horacio Richino
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Llegarán el seis de enero
en sus camellos montados,
recibirlos con cuidado
es la actitud que prefiero.
Pero no los sobrestimen
por no tragarse un anzuelo,
cuiden -por cierto-al abuelo
no dejen que se le arrimen.
Tantos lugares transitan
que podrían infectarse,
lo mejor es no alarmarse
al esperar su visita.
Envuelven todo en papel
que viene contaminado,
abran todo con cuidado
y después... alcohol en gel.
No se si traerán barbijo
aunque sería lo mejor,
y aunque a ellos de calor
es al menos lo que exijo.
Disfrutemos sus presentes
y se nos cumpla el pedido,
nunca nada está perdido
siendo buenos y obedientes.
Y si a algún mayor le toca
recibir algún regalo,
agradezca y no sea malo
aunque sea una bicoca.
Medio en serio medio en broma
he conjugado estos versos,
no puse todo mi esfuerzo
pero no olvidé las comas.
Feliz día tengan todos
y coman típica rosca,
de fina masa, no tosca,
con sorpresa en un recodo.
Por último en su visita
dejen un recuerdo grato,
llévense al covid ingrato
y que jamás se repita.
Jorge Horacio Richino
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Cuántas cosas yo daría
por tenerte aquí a mi lado,
no me hallaría apenado
y fuerte te estrecharía.
Tal como antes del viaje
que emprendiste de sorpresa,
dejándome en la tristeza
con el alma sin ropaje.
Soy un triste vagabundo
que da vueltas sin razón,
porque perdió la ilusión
en un maldito segundo.
Ilusión de estar unidos
hasta infinitos momentos,
más allá de cualquier tiempo
y sin darnos por vencidos.
Porque me diste tu magia
llenándome de alegrías,
acompañando mi vida
hoy transformada en desgracia.
Felices nos regocijamos
en todo tiempo y momento,
y no hubo un solo viento
que lograra separamos.
Cuánto, cuanto desearía
que estés de nuevo a mi lado,
llevándote a mi costado
dándote amor, vida mía!
Hoy más que nunca te añoro
destruyéndome tu ausencia,
y a falta de tu presencia
todas las noches te lloro.
Jorge Horacio Richino
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